Amenazas para la Biodiversidad
- lilaloria
- 3 may 2015
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La diversidad biológica enfrenta amenazas causadas por las actividades humanas. La magnitud de estas amenazas dependen de la percepción que las personas poseen acerca de ésta, y está influenciada por cuánto cambio han visto ocurrir (Trombulak et al., 2004). Las amenazas que enfrenta la biodiversidad han desencadenado la denominada sexta extinción masiva. Según distintas estimaciones, entre el 16% y el 33% de todas las especies vivas de vertebrados están amenazadas o “en peligro” de forma global, y solo en los últimos 500 años se han extinguido 322. Peor aún, el número de individuos se ha reducido en un promedio del 28%, con casos extremos como los elefantes, cuyas poblaciones decaen a tal ritmo que hacen casi segura su próxima extinción. Los científicos indican que el declive de estas especies animales afectará en cascada al funcionamiento de los ecosistemas y finalmente en el bienestar humano (Dirzo et al., s.f., citado por Sampedro, 2014).
Los cuatro jinetes del Apocalipsis
Los principales agentes de extinción se han denominado los "Cuatro jinetes del Apocalipsis" (Diamond, 1984): sobreexplotación, deterioro de hábitat, introducción de especies exóticas y cadena de extinción.
Sobreexplotación
Se refiere a la matanza por encima de la capacidad de carga de una población animal. La capacidad de carga es el número de individuos que ambientalmente se pueden sostener en el tiempo, por lo que las poblaciones fluctúan en torno a ésta. Un ejemplo de extinción causada por sobreexplotación es el caso del Alca gigante o imperial (Pingüinus impennis).
Deterioro de hábitat
A medida que va aumentando la población humana a nivel mundial, va quedando menos superficie de Tierra que no se vea afectada por interferencias humanas. Las actividades humanas modifican el paisaje, siendo una de las principales consecuencias la fragmentación de hábitats. La fragmentación de hábitats es un proceso dinámico que genera cambios notables en el patrón del hábitat en un paisaje dado en el curso del tiempo. El término "fragmentación" se suele utilizar para describir cambios que se producen cuando grandes segmentos de vegetación se eliminan por completo, con lo cual quedan numerosos segmentos más pequeños separados unos de otros. Bennet (2004) indica que el proceso de fragmentación tiene tres componentes reconocibles:
Una pérdida general de hábitat en el paisaje (pérdida de hábitat).
Disminución en el tamaño de los segmentos de hábitat que subsisten después de la subdivisión y clareo (reducción de hábitat).
Mayor aislamiento de hábitats a medida que nuevas utilizaciones de la tierra ocupan el ambiente intermedio (aislamiento de hábitat).
Se ha establecido que el proceso de fragmentación de hábitats tiene tres clases principales de impactos en la fauna de los hábitats remanentes:
Pérdida de especies en los parches de bosque.
Cambios en la composición de las poblaciones de animales.
Cambios en los procesos ecológicos que involucran a especies de animales.
Introducción de especies exóticas
Muchas especies de plantas y animales son transportadas voluntaria o involuntariamente fuera de su área original por los seres humanos. Algunas de ellas pueden desplazar a las autóctonas, interfiriendo en el funcionamiento de los ecosistemas receptores (Castro-Diez et. al., s.f.). La introducción de una especie exótica se convierte en amenaza cuando ocurre un proceso de invasión biológica. Se habla de una invasión biológica cuando especies de origen remoto alcanzan un nuevo territorio y se propagan por él a gran velocidad, alterando la estructura y funcionamiento del ecosistema receptor y causando daños ecológicos y socioeconómicos (Mooney y Hobbs, 2000). Castro-Diez et. al. (s.f.) describen el proceso de invasión, el cual presenta tres estapas:
Transporte: El proceso comienza cuando una especie es transportada con éxito desde su área de origen hasta un territorio nuevo; en ese momento la especie será catalogada como exótica.
Asentamiento: Si esta especie encuentra condiciones favorables para sobrevivir y reproducirse en el nuevo ambiente, podrá formar poblaciones por sus propios medios. Entonces decimos que la especie exótica se ha naturalizado o asilvestrado. Como media, sólo una décima parte de las especies transportadas con éxito son capaces de naturalizarse.
Propagación: Aunque la mayoría de especies asilvestradas permanecen en el territorio formando pequeñas poblaciones, aproximadamente un 10% de ellas muestra una capacidad de propagación muy superior a la de las especies nativas, lo que lleva a la alteración del ecosistema invadido. Sólo entonces podemos calificar a la especie como invasora.
Castro-Diez et. al., (s.f.) señalan que aunque muchas de las especies introducidas desaparecen, la persistencia de algunos ejemplares puede desencadenar una serie de efectos, a menudo difíciles de predecir, tales como:
Desplazamiento de especies nativas.
Hibridación y contaminación genética.
Alteraciones de las redes de interacción entre especies de la comunidad.
Alteración de las condiciones del ecosistema nativo.
Actualmente, en la Región del Gran Caribe se observa la amenaza por introducción del pez león, cuyas densidades aumentan rápidamente y ya se menciona afectación de poblaciones de mero y pargo.
Cadenas de extinción
Se refiere a la extinción de una especie causada por la extinción de otra especie como resultado de sus interacciones naturales. También se denomina efecto en cascada, y es difícil, si no imposible, predecir las maneras en las cuales ocurrirán los efectos en cascada antes de que sucedan, pero sus consecuencias pueden ser grandes y duraderas (Trombulak et. al., 2004). Un ejemplo de cadena de extinción es el caso del águila de Haast (Harpagornis moorei), especie extinta que habitaba en Nueva Zelanda.
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